domingo, 23 de agosto de 2009

Mi cuñado


Hace ya 6 años que estoy con mi actual pareja, pero hace un par de años sucedió algo muy interesante.

Nosotros vivíamos en el campo, en la propiedad familiar de la familia de mi pareja.
Había dos edificaciones, una que reunía la casa de mis suegros y la de mi cuñado y su esposa, y a unos 50 metros de distancia una pequeña casita de huéspedes donde vivíamos nosotros.

Para ese entonces mi suegro había contratado servicio de televisión satelital y había dos consolas desde donde cambiar los canales, una en casa de ellos (mis suegros) y otra en la casa de mi cuñado, pero como esa línea la compartíamos, frecuentemente íbamos a su casa a cambiar de canal. Como nosotros trabajábamos de noche y mi cuñado, a quien llamaré Ricardo y su esposa trabajaban de día, teníamos llave de la casa y no teníamos problemas al repartirnos los horarios. Nosotros veíamos de día y ellos cuando venían de trabajar hasta la noche mientras era nuestro turno de trabajo.

Una tarde de verano, bastante calurosa por cierto, estaba en mi casa solo y decidí prender la tele para ver algo, ya que no había manera de resistir el calor que había afuera. Me puse un short ya que dentro de la casa solemos andar en cueros y me dirigí llave en mano a la casa de mi cuñado. En ese entonces su casa era una especie de loft, puesto que aun no tenían chicos, donde en un extremo de la larga habitación estaba la zona del dormitorio, y a partir del medio una zona de living con un juego de rattán y los equipos de audio y video.

Entre a la silenciosa casa y me senté en la mesita de living, mientras cambiaba de canal buscando algo que ver. Ingrese el código privado del canal porno y me puse a hojear un poco de la película que pasaban. Obviamente era una película hetero por lo que no me llamó mucho la atención pero no obstante el actor estaba muy bueno, no muy musculoso pero sí muy velludo, que es como me ponen a mil. Concentrado como estaba me sorprendieron unos quejidos que no parecían provenir del televisor, eran mas bien como los ruidos que hacemos al desperezarnos estirando los brazos, me di vuelta y caí en la cuenta que no estaba solo en la habitación, unos tres metros detrás de mi, estaba sobre la cama, descansando en una hora no muy usual, mi querido cuñado. Ese no hubiera sido problema, puesto que hubiera puesto el canal que quería ver y me hubiera ido a mi casa, pero había elegido acostarse, en función del calor reinante, absolutamente desnudo, lo cual despertó mi curiosidad.

Siempre con él habíamos tenido una relación sensacional, es un tipo simpático y amante de la cerveza y las bromas y muchas veces bromeábamos en tonos bastante pesados. A pesar de eso había una invisible línea que nunca se cruzaba y ambos respetábamos las posturas de vida del otro. Pues bien, volviendo al punto, he de decir que no resistí la tentación de acercarme a ver si era cierto lo que tantas veces bromeando mi cuñado decía al respecto de sus dimensiones sexuales. No me sorprendería que si lo fuera puesto que su hermano es un tipo muy bien dotado del que disfruto cada centímetro, pero quería sacarme la duda.

Para que esa duda quedara aclarada, me encontré no solo con que estaba desnudo y boca arriba, sino que también tenía su pija parada y palpitante, de tal manera que pude verla en todo su esplendor. Despatarrado sobre la cama, brazos y piernas abiertos formando una equis perfecta era todo un espectáculo, su pija como de 20 cmts, gruesa y venosa, daba suaves cabezazos y se elevaba como tres centímetros para volver a caer de golpe sobre su abdomen. Yo no podía creer lo que estaba pasando, estaba súper nervioso y me temblaba todo, mezcla de nervios y excitación. Me quede allí parado observándolo, con ganas de estirar mi mano y agarrar aquella verga monumental para comenzar a chuparla hasta hacerlo acabar en mi boca. Pero era mucho el riesgo, entonces me limité a mirar sintiéndome frustrado y rabioso de ganas. Cuando quise acomodar mi propia verga estaba dura como una piedra escapándose por la pierna de mis shorts.

Al lado de la cama me agache en cuclillas, mientras acercaba mi cara lo más posible a esa pija que me había imaginado muchas veces, fantaseando con la posibilidad de juntar a los dos hermanos en una cama conmigo en el medio.
La observaba mientras sentía su olor, me imaginaba lamiendo esos huevos que colgaban de ella, deslizándose entre la apertura de sus piernas.

En un momento dio otro de esos resoplidos y temblé de susto, pensando que despertaría y me encontraría allí, acuclillado a su lado, a 10 centímetros de su pija, con la mía parada y fuera de mis pantalones pero no, nada pasó, por lo que me anime a comenzara pajearme mientras miraba. ¡Al menos quería hacer algo!
Cuando estaba en plena paja, sentí de repente un auto que entraba por la portera de entrada y tuve que escapar lo más silenciosamente posible, llegando a mi casa en un estado de nervios impresionante. Finalmente como se imaginarán, termine de pajearme en mi casa, recordando cada detalle de lo que había sido prácticamente una aventura.

Cuando llegó mi pareja, le conté lo que había pasado, puesto que tenemos total comunicación al respecto de esas cosas y nos dispusimos a prepararnos para ir a trabajar. Cuando íbamos saliendo, en nuestro auto, sentimos unos gritos y era mi cuñado que se acercaba. Se asoma a mi ventanilla y acerca su mano, cuando la mira estaba en ella la llave, que en el apuro había dejado sobre la mesita de living. Lo miro y él me dice:

-Se te olvidó esta tarde -sonriendo, luego de lo cual se dio vuelta y se alejó.
Antes de entrar a su casa, para completar mi asombro giró nuevamente y me dijo.
-¡Ah, y dejaste el canal porno puesto!

Con mi pareja nos hemos preguntado siempre si estaría tan dormido como yo lo creí en ese entonces, pero nunca mas he tenido la oportunidad de comprobar si estaría dispuesto a cumplir mi incestuosa fantasía. Solo nos ha quedado la imaginación

Mi profesor del colegio



Esta es la primera vez que escribo algo de este tipo espero sea de su agrado como fue para mi vivir esta experiencía.
todos sus comentarios y criticas son bienvenidos

Esta atracción hacia mi profesor empezó desde el primer día de clases el día en que conocí a la persona que me daría mis clases extrajeras Sebastián: un extranjero joven, blanco, alto 1.80, ojos azul claro, cabello rubio, delgado: con un cuerpo muy apetecible. Cada día que pasaba yo no podía dejar de pensar en él, su acento, su cuerpo a través de sus playeras estrechas.
Un día en clase mientras lo miraba, el se dio cuenta de la forma extraña en que lo hacía, generalmente yo hubiera esquivado la mirada, pero cuando el volteo a confrontar mi mirada yo no pude quitar la mirada de esos hermosos ojos azul agua, que me miraban con intriga, así pasa esa larga hora entre mirarlo y el regresar la mirada, yo estaba muy nervioso. El es mi profesor y no sabía de qué forma respondería, quizás ya se había dado cuenta la forma en la que lo miraba día a día, pero el curso estaba casi por finalizar sabía que tenía que hacer algo si quería llamar su atención.
Al siguiente día me fui dispuesto a llamar su atención, había decidido usar una camiseta color negra que contrastaba con mi piel muy clara que mostraba mis brazos delgados pero fuertes gracias al ejercicio que me daba el jugar tenis a pesar de mis 18 años recién cumplidos, abajo usaba un bóxer ajustado color negro que le daba forma a mi trasero y por encima un short claro que dejaba ver mi ropa interior al sentarme en mi pupitre.
Llegue al salón de clases un poco tarde como la mayoría de veces, generalmente pasaba sin hacer ruido para no interrumpir la clase pero esta vez cuando entre Sebastián me miraba, sonrió y me invito a que me uniera a la clase, me senté en el lugar de siempre y empezamos a jugar un poco con nuestras miradas mientras transcurría la clase, al finalizar la clase, espere un poco más de lo normal para tomar mis cosas, con la esperanza de que todos se marchara para quedarme al final solo con Sebastián, me acerque un poco, el estaba algo nervioso lo notaba al ver como movía sus manos mientras tomaba sus cosas, me sentía muy nervioso también , pero al mismo tiempo me excitaba la idea de tomar el asunto en mis manos, lo mire diciendo:
- Me gustaba mucho estar en su clase y espero me sigas dando clases el próximo año seria genial tener otra vez como profesor- solo vi como movía su cosas y me mostraba una sonrisa picara.
-Entonces por qué siempre luces tan distraído- No pude contener sonreír y contestarle de la forma más franca
- Tú eres lo que me distrae, no puedo dejar de verte- muy sorprendido de la seguridad de mis palabras solo me miro con sus ojos brillantes pero sin poder articular palabras, parecía agradarle el comentario, su silencio me permitió abrir un poco más la conversación.
-Podrías salir con alguno de tus alumnos?-
El me afirmo con la cabeza y notaba como sus ojos miraban continuamente a la puerta con temor que alguien pudiera darse cuenta de algo, me despedí de el de una forma rápida de lo que hubiera deseado pero, no sin antes invitarlo a salir el fin de semana, el acepto con gusto entonces quedamos de vernos para cenar tomar un helado en un lugar conocido cerca de la playa de mi ciudad.

El día había llegado yo vestía una camisa ajusta de color claro con unos jeans , un cinturón blanco, zapatos blancos y en el interior no podían faltar un boxer negro ajustado Calvin Klein que le daba forma a mi redondito culito y mantenía cómodo a mi pene en su interior. Tome mi auto: una camioneta bastante cómoda. Me dirigía a la casa de Sebastián quien ya me esperaba a la puerta de su casa. Podía jurar que por un momento olvide el tiempo y solo fije mi mira en el, lucia más guapo de lo que juraba que era, vestía unos jeans, camisa que le quedaba perfectamente al cuerpo mostrando un poco de su bien formado pecho a falta de los últimos botones no abrochados.
Me apresure abrirle la puerta del copiloto, el tomo asiento, pero debido a su tamaño el asiento estaba muy corto para sus piernas, trato de buscar la palanca que ajusta la distancia del asiento pero no pudo encontrarlo me regreso la mirada
-Puedes mover un poco el asiento estoy un poco apretado- me miro un poco apenado pero con una sonrisa en los labios. Me estire un poco para alcanzar la palanca que se encontraba por debajo del asiento, pase mi brazo entre sus piernas rozando un poco de su pierna contra mi brazo intencionalmente, el solo se puso muy rígido y un poco apenado, yo me volví hacia él y le sonreí, el continuaba un poco nervioso.
-No te preocupes no te hare nada que no quieras- nos reímos conjuntamente por el comentario hecho.
-recuerda que aun soy tu profesor- replico
-discúlpeme profesor no lo volveré hacer- sonreí sexualmente
-ya basta sabes que ahora no soy tu profesor y me puedes llamar por mi nombre además no soy tan viejo y pensé que eras más atrevido mira que me has sacado a pasear contigo.-
-No no eres viejo pero si mayor que yo y eso es interesante, no lo crees?- sonrió muy sutil pero sexualmente al mismo tiempo
Nos dirigimos a comer, y a tomar el helado pasamos una excelente noche platicando de cosas interesantes, después de la cena nos fuimos a tomar un helado mientras caminábamos por la playa, después de un rato; mire mi reloj y me di cuenta que pasaban de la 1 de la mañana habíamos estado platicando mientras caminábamos por la playa que no habíamos sentido el tiempo pasar, le dije la hora que era y dijo que era mejor irnos de ahí, fuimos a tomar el auto para después dirigirnos a su casa. Llegamos a su casa y me quede en la acera del porche, mire a mí alrededor para ver como la calle se encontraba totalmente sola, y con muy poca iluminación quizás los faros de los postes estaban fundidos, solo se alcanzaban a ver dos faros a lo lejos y, los pequeños focos de algunas casa cercanas todavía iluminando la silenciosa calle.
Continuamos en el auto estacionado con la radio aun encendida, moría por lanzarme hacia él y comerlo a besos cada parte de su bien formado cuerpo, cuando su voz me regreso de mis pensamientos.
- puedes apagar el motor necesito preguntar algo- me sorprendieron sus palabra, como buen alumno apague el motor de mi auto, al voltearlo a ver, aquella mirada tierna que me había demostrado durante ese tiempo había cambiado radicalmente a una mirada seductora y excitante.
Miro hacia la parte trasera de la camioneta y sonrió, volvió a mirar y solo vi como su cuerpo se levantaba para pasar al asiento trasero diciendo,
-Quiero ver que tan cómodos son los asientos traseros- yo solo me reí un poco nervioso, brincoteo en los asientos por unos momentos.
-Muy cómodos para viaje largo o quizás solo para estar un rato.- mire asombrado a sus palabras
-En que estas pensando??-
-Todo lo que pensé de ti ha cambiado- Su sonrisa enmarcaba sus palabras.
-Ha que te refieres??- pregunte intrigado
-He descubierto que eres distinto, pensé que eras un chico serio, pero veo que eres muy sexoxo- rei y me sonroje mientras el continuaba.
-Se que tu quieres algo pero no me lo dices, así que me debes decir que es lo que piensas si no, yo nunca sabré que es lo que tú quieres o piensas- Salte de inmediato del asiento del conductor al trasero para unirme a él.
-Creo que es una pregunta muy tonta, después de todo lo que hemos estado platicando durante la noche- que creí que había quedado claro que el me gustaba durante la cena, así que me acerque a él y coloque mis manos sobre sus piernas
-Si te beso entenderás que es lo que quiero?-
-Es lo que he estado esperando toda la noche- me acerque a sus labios y comenzamos a besarnos lentamente, sus labios eran muy suaves y, delicados al momento de tocar mis labios, pero sin dejar la experiencia de un buen besador que sabia como mover su lengua para hacer mucho mejor nuestro beso.
Después de unos minutos de estarnos besando me alejo lentamente hasta recargarme contra la puerta de la camioneta separando un poco mis pierna. Comenzó a tocar mis piernas por encima del pantalón, yo estaba ya muy excitado, miro mi pantalón y, por lo ajustado podía mirar como mi pene ya se encontraba excitado y marcado atreves del pantalón.
-Pero mira que cachondo estas. Quieres que dejemos las clases de idiomas y te de clases de sexo por hoy-
-dale, que contigo lo que sea-
El continúo con la tortura solo moviendo sus manos sobre el pantalón-
- te excitas muy rápido tu pene ya quiere amor- yo no soportaba mas quería sentir su cuerpo desnudo.
El comenzó a desabrochar mi cinturón, después el botón del pantalón y continuo lentamente con el zipper.
-Siempre había querido estar así contigo, tenerte a mi lado y poder hacerte mío-.
-Hoy puedes hacer de mi lo que tú quieras -
Bajo mis pantalones por completo pero aun permanecía con mi bóxer puesto, mi pene se marcaba en su totalidad y exigía ser liberado, acerco sus labios a mi pene que ya había mojado el bóxer de tanta excitación, comenzó a jugar con él sobre el bóxer, hasta que decidió liberar a mi pene que ya se encontraba en toda su potencia de la excitación y el pre-semen ya había hecho su labor de lubricarme, comenzó pasando la lengua por mi pene mientras desabotonaba los botones de mi camisa.
Yo no podía aguantar mas estaba muy excitado mirando como introducía cada centímetro de mi pene en su boca, Cada vez más rápido, yo gemía de placer, sentía que explotaba en su boca, pero se detuvo al sentir mi excitación, tomo mis piernas y empezó a pasar uno de sus dedos por mi culito lampiño que ya estaba muy excitado y pedía ser cogido a gritos, mientras con la otra deslizaba sus dedos tocando mi abdomen delgado y marcado hasta llegar a mi boca
-vamos chúpalo como si fuera mi verga- así lo hice jugaba con sus dedos en mi boca, los retiro para con ellos pasar a lubricar mi culito pasando sus dedos continuamente, sentía como me dilataba mientras jugaba intentando introducir su dedo en mi.
Mi cuerpo estaba ardiendo deseaba ser cogido por Sebastián, me moví lentamente para poner aquel hombre a mi total disposición.
-ahora es mi turno de ver lo que tienes-
-soy todo tuyo- empecé quitando su cinturón mientras él iba desabrochando su camisa para dejarme ver su bien trabajado cuerpo un pecho semivelludo pero marcado por el ejercicio y un abdomen que enseguida comencé a recorrer con mi lengua, quite el botón de su pantalón y baje el cierre. No bajaba aun el pantalón y ya se podía ver su pene
-Espero no te importe el tamaño- me miro sonriendo
-No creo que haya problema- aunque estaba muy sorprendido del tamaño de aquel miembro, baje su pantalón deprisa liberando aquel majestuoso pene que se que pasaba de los 20cm, grueso, con una cabeza roja y con escasos vellos. Ya con mis labios húmedos comencé a mamarlo lentamente metiendo cada centímetro a mi boca, intentaba meterlo completamente pero era demasiado grande para entrar, el tomándome del cabello ayudaba al movimiento.
-vamos nene cómemela toda- me decía entre gemidos

Cada vez lo hacía más rápido pasando mi lengua por todo su pene, solo escuchaba el ruido que hacía de placer, lo que me excitaba aun mas para continuar disfrutando de su pene, me encantaba pasar la lengua por la cabeza de su pene para probar su pre-semen que era de lo mas delicioso, solo escucharlo gemir me ponía más caliente. Me levanto hacia el y me beso y me dijo.
-si continuas mamándomela de esa manera te llenare la boca de leche y ya no podremos jugar más tiempo-. Bajo la advertencia me detuve para que el me tomara entre sus brazos. Me acostó en el asiento mientras separaba mis piernas para acomodarse entre mis piernas.
-Estás listo para jugar un poco más fuerte-
-Y yo estoy listo solo no lo hagas muy rápido no tengo mucha experiencia y tu pene es muy grande-
- No te preocupes te cuidare-
Tomo un condón y comenzó a deslizarlo por su pene, coloco su pene contra mi culo y comenzó a dilatarlo mientras con la otra mano lubricaba con un poco de saliva a falta de lubricante comencé a sentir cada centímetro, dolía un poco pero sabía que el dolor pasaría, sentía la combinación de dolor con placer, pero el continuaba deslizándose suavemente. Para cuando termino de introducirlo el dolor había desaparecido para dejar lugar a un placer inigualable. Comenzó el movimiento de vaivén lentamente.
-Te gusta?-
-Sí, cógeme el culo-
-Que culo tan rico tienes, estrecho y lampiño- yo no podía dejar de gemir de placer.
El movimiento era cada vez más rápido lo que me hacía sentir sus huevos chocando contra mí. Me movió lentamente para cambiar de posición se sentó y arriba frente a él, metió su pene en mi de una sola vez. Me movía mas rápido arqueando un poco la espalda para dejarle espacio a sus manos que ya me tocaba el pecho y el abdomen, para después masturbarme con sus manos.
-Te gusta que te coja el culo-
-Sí. Dame tu leche-
El coloco sus manos bajo mi culo para ayudarme con el movimiento para hacerlo más rápido y excitante.
-estás listo para recibir mi leche- afirme con la cabeza mientras disfrutaba al máximo de los últimos momentos, saco su pene cargado de leche y disparo todo sobre mi pecho y abdomen. En la misma posición comenzó a masturbarme para enseguida llenarle de leche su pecho, sonreímos y nos unimos en un largo abrazo para quedar abrazados por unos minutos, tome unas toallas que tenía en el carro y nos limpiamos.
Ya era muy tarde yo debía llegar a casa y el trabajar al siguiente día nos despedimos muy rápido pero acordando que nos veríamos pronto y que esta vez seria en su casa.

Se despidió de un beso y me pidió, que esto no cambiara nada entre nosotros en la escuela. Yo asegure que no, pero que la próxima vez tenía que ser mejor muchooooo!!

viernes, 21 de agosto de 2009

¿Papá, tu me quieres?


Era una noche calurosa de verano, serían las 12:30 cuando Carlos de 16 años se encontraba en su habitación.
Estaba cachondo, pero no le satisfacía nada de lo que encontraba por internet.
A Carlos le entraron ganas de ir al baño, abrió la puerta y se encontró un panorama que iba a dar una vuelta de 360º a su vida. En el fondo del pasillo se encontraba su padre,solo,desnudo, viendo una telenovela erótica mientras se acariciaba su largo pene. Carlos se acercó sigilosamente hacia la habitación, se apoyó en el marco de la puerta y empezó a observar cómo su padre se masturbaba.
Éste empezo a agitar cada vez más rápido su pene mientras Carlos le obserbaba cada vez más excitado.
Carlos fue al aseo sigilosamente para coger un trozo de papel higiénico para tener donde correrse mientras obserbaba el delicioso pene de su padre. Volvió a la habitacion y empezó a menearsela observándo a su padre de forma que nunca había hecho. De repente, el padre de Carlos paró de masturbarse, sin haberse corrido siquiera. Ésste giró la cabeza hacia la puerta y vió a Carlos, el qual se encontraba entre una mezcla de verguenza y erotismo. El padre le hizo un gesto para que se acercase, se acercó sigilosamente y es posó encima del padre. Éste le bajó los "boxers" a su hijo lentamente con la mano hizquierda, mientras le iba metiendo el dedo por el culo lentamente.
Carlos sabía que esa noche iba a ser una noche muy especial...
El padre lo puso boca a bajo encima de la cama, empezó a besarle el cuello mientras le acariciaba la espalda.
Su lengua húmeda hizo un recorrido desde su nuca hasta el culo, pegándole pequeños mordiscos en la espalda para que se pusiera todavía más cachondo. El padre le agarró los dos mofletes del culo y le metió su traviesa lengua en él, formando un remolino de sensaciones dentro de su ano.
Cuando dejó su culo bien limpio siguió hacia bajo con su lengua, recorriendo las piernas hasta llegar a los pies. En los pies le chupó uno a uno cada uno de los dedos, metiéndole la lengua por cada rincón que había entre dedo y dedo. Luego subió hacias sus testículos, los cuales chupó y saboreó de tal forma que a Calos se le quedaban los ojos en blanco. Luego pasó a su joven pene,lo agitó un poco, le dió golpecitos para que se pusira bien duro y empezó a introducirselo en la boca muy despacio, lamiendo cadarincón inexplorado de su pene, lo chupó durante varios minutos mientras que con la otra mano le acariciaba los testículos y se olía la mano de vez en cuando.
Despues de haber saboreado su pene, empezo a peyizcarle los pezones a su hijo de manera muy tierna, luego se los chupó y le dió un beso con lengua muy romántico y apasionado,cuando dejaron de besarse, el padre le dijo: "Te la voy a hacer el amor de tal manera que no lo olvidarás en tu vida". El chiquillo sonrió y se dió la vuelta poniendo su culo en pompa para que su papá le hiciera pasar un buen rato. El padre cogió un preservativo de su mesita de noche y después de haberselo puesto empezó a meter su largo pene en el culito de su hijo. Mientras le penetraba con pasión le daba pequeños pero profundos besos en la nuca y el cuello mientras el hijo se masturbaba.
Cuando acabaron, padre e hijo se acurrucaron en la cama y el padre le dijo: "¿Te lo has pasado bien?.-Sí, papá.-A partir de ahora las noches van a ser inolvidables para tí hijo...


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